1. ¿Quién es Cristian Torosian?
Es un mago aficionado que vive en el interior de la provincia de Córdoba, en Argentina, en la localidad de Salsipuedes, que viaja todos los días a la ciudad capital para trabajar. Está casado, con cuatro hijos y se dedica a hacer shows de magia pero únicamente de manera solidaria.
2. ¿Cómo tu vida se enlazó con la magia?
Vi reflejada mi personalidad en la de otros magos y con el paso del tiempo, sin darme cuenta se fue haciendo parte importante de mi vida.
3. Todos los años tu labor solidaria se intensifica. ¿Cuál es la motivación principal de esto?
Me gusta mucho trabajar con personas que tienen problemas de salud porque estoy convencido de que todas las personas que tenemos buena salud debemos ayudar de alguna manera, a los que no tienen esa suerte. Se dan muchas circunstancias en este tipo de trabajo pero me di cuenta que en algunos momentos, solo haciendo un show de magia se puede generarle al prójimo un montón de beneficios. Y esto yo lo incorporé como una forma de llevar mi vida mágica. Cuando pongo en la balanza lo poco que a uno le puede costar hacer algunas cosas y la inmensa felicidad que se puede generar en personas que no tienen nada más, la ecuación que resulta de estas dos variantes, es totalmente positiva. Por eso esto es algo que me motiva a diario en mi vida.
4. ¿Cómo ves la magia en Latinoamérica, Argentina y en especial en Córdoba?
Obviamente en Latinoamérica tenemos magos de renombre que han triunfado en el mundo, y Argentina como siempre da un gran aporte de ilusionistas de calidad. Sumado a que hay una generación que se empieza a mostrar y que va a dar que hablar. En cuanto a la magia de Córdoba tenemos muchos magos de alto nivel que por ahí, al no trabajar tanto con la cuestión de marketing, no son tan reconocidos en el exterior. Pero tenemos en nuestra ciudad magos que son motivo de consulta de otros profesionales de muchas partes del mundo. La magia en Córdoba está en un constante ascenso por suerte.
5. ¿Qué significa el CMC (Círculo Mágico de Córdoba) para vos?
Tendría muchas cosas que decir en cuanto a lo que representa esta institución para mí. Pero fundamentalmente sabiendo que el CMC es una entidad que agrupa a todos los magos de Córdoba, significa mucho pensando en el punto de vista humano. Allí he logrado hacer grandes amigos y grandes compañeros. Es el ámbito donde podemos reunir el arte y la amistad con un mismo tema en común. Esto da un resultado increíble, sobretodo en el punto de vista anímico. Hay que pensar en que cada mago que va, asiste para hacer su descarga y pasar un momento placentero. Yo lo que más rescato es la parte humana. También es el lugar ideal para aprender jugando.
6. Dos años de presidencia de una de las agrupaciones de magia más importantes de Argentina. ¿Sentís que se cumplieron los objetivos planteados en un comienzo? ¿Qué faltó?
El objetivo más importante que nos planteamos con la comisión fue que tengamos reuniones con convocatoria donde se puedan hacer actividades divertidas y se pueda aprender. Esto lleva todo un trabajo de producción para poder hacerlo con constancia, seriedad y responsabilidad, y te puedo decir que se logró. Se trabajó planificando las actividades de todo el año, se sabía en Abril lo que se iba hacer en cada reunión de Julio, por ejemplo. También sirvió del punto de vista económico donde tuvimos un exponencial aumento de dinero en las arcas del CMC. Faltaron muchas cosas por hacer, que ya será trabajo de la siguiente comisión directiva. Igual eso siempre va a pasar. No se puede todo siempre.
7. ¿En quiénes o quién te apoyaste para llevar adelante este rol de liderazgo?
El liderazgo un poco lo traemos de la cuna, pero la mayor parte uno lo tiene que aprender. Es un estudio permanente el darse cuenta de qué le hace bien y mal a una institución. En este aspecto adquirir conocimiento me parece una parte fundamental. Es un tema que me gusta mucho y que he leído mucho, sumado a cursos que hice sobre liderazgo y mentoría. Al tener los conceptos claros de cómo funciona, hace que uno lo pueda llevar sin inconveniente hacia adelante. Sé que cada movimiento que doy puede ser positivo o negativo para el grupo, esto teniendo en cuenta que el presidente solo es la cara visible y el responsable de un grupo que toma decisiones. Todo miembro de la entidad tiene el mismo valor que el otro, inclusive yo. El líder no necesita gritar y ordenar para que lo sigan, al lider lo siguen solos. Si haces las cosas bien te van a acompañar seguramente. De otra forma sería un jefe que pondría orden pero solo por una cuestión de jerarquía. Un buen líder puede hacerle muy bien a un equipo.
8. ¿Qué aprendiste en estos años de estar al frente de un proyecto de este tipo?
Aprendí que lo que ya uno medianamente conocía por haber leído o por experiencia de otros, si uno lo hace en base al manual de instrucciones termina siendo así. También que con respeto, considerando la palabra del otro, poniéndose en el lugar del otro y siendo un servidor, uno puede llevar adelante cualquier grupo o institución adelante sin ningún tipo de problema.
9. Los mejor y lo peor de ser presidente de un club de magia.
Son dos caras de la misma moneda. Lo peor es que todas las responsabilidades recaen en uno, es decir, cuando las cosas salen mal el culpable es uno, y uno se tiene que hacer cargo. Lo ideal es compartir cuando salen bien las cosas y hacerme cargo cuando las cosas no salen bien. Tiene como contrapartida que si uno plasma de manera positiva todo lo que uno conoce puede dejar una huella en la institución que marca un camino. La idea es terminar siendo un referente por un trabajo realizado y que perdure en el tiempo.
10. ¿Qué consejos le darías a cualquier persona que tenga en sus manos la conducción de una entidad de magia?
El que se hace cargo de la institución tiene que tener claro que va a ser un servidor del resto, que se tiene que poner a disposición de todos, que no tiene que esperar nada a cambio y que tiene que disfrutar de su cargo.
11. Ahora, a días de dejar la presidencia. ¿Sentís que el esfuerzo valió la pena?
Sin duda que valió la pena. Al haber dejado una huella que marca un camino, solamente por eso, valió la pena. También teniendo en cuenta que ese camino se marcó de una manera genuina.
12. ¿Fuiste feliz al frente del CMC?
Definitivamente sí. Fue una de las mejores cosas que me pasaron en la vida.